MISCELÁNEO XV. EPIGENÉTICA: CÉLULAS EUCARIOTAS


CÉLULAS EUCARIOTAS
Por Beatriz Santos Dieguez



Los seres humanos estamos constituidos (hechos, formados) por células.

Todo lo que hacemos los humanos, incluyendo el desarrollo de la tecnología,  ya lo hicieron primero las células, y hasta el momento,  mucho mejor.
Bajo nuestra piel existe una comunidad de células que es siete mil veces mayor que la población de toda la tierra.
Lo que funciona para la célula, funciona para los seres humanos, y,  por extensión, lo que funciona para los seres humanos, funcionará para la humanidad.
Si los seres humanos fuéramos capaces de amoldarnos al estilo de vida que siguen las  células de nuestro cuerpo, quizás nuestras sociedades y nuestro planeta no tuvieran que enfrentarse a la situación en la que actualmente nos encontramos.
Las primeras células de las que parte la vida como tal en el planeta son las Eucariotas. Gracias a este tipo de células la evolución fue posible.

Antes de las Eucariotas estaban las células Procariotas,  células unicelulares,  carecen de núcleo definido, por lo que el material genético se encuentra disperso en su citoplasma.
Las células Eucariotas tienen un citoplasma, compartimentado por membranas; un núcleo celular organizado, limitado por una envoltura nuclear en el cual está contenido el material hereditario que incluye el ADN.
El éxito de las células eucariotas posibilitó las posteriores radiaciones adaptativas de la vida que han desembocado en la gran variedad de especies que existe en la actualidad. De hecho, los animales, plantas, hongos y protistas  proceden de este salto cualitativo de las células procariotas a las células eucariotas.
Gracias a la complejidad que adquirieron las células Eucariotas aparecen los seres pluricelulares.  Sin ellas la vida, probablemente, se habría limitado a constituirse en un conglomerado de bacterias.
Los seres humanos, por tanto,  somos seres complejos que nos complicamos la vida en lugar de ser Conscientes y buscar la armonía con  aquello de lo estamos constituidos ( células), y  con lo que nos rodea.

Nuestra vida en el planeta tierra (y no estoy hablando de ciencia ficción) ha de tener en cuenta y atender tanto a lo pequeñísimo (partículas, mundo subatómico) como a lo grande (la sociedad, el entorno, y lo que va más allá de esto).
Nuestro mundo y nuestras sociedades podrán tomar una línea diferente a las  actuales solo si tenemos en cuenta, investigamos,  y trabajamos tanto en el mundo microscópico (constituido, como, hemos visto, por el mundo subatómico, dentro del cual estan las células, las bacterias...) como en el mundo macroscópico.
Del mundo microscópico, podemos aprender observando y estudiando,  a nivel íntimo, el mundo de las células, sus organizaciones, y como estas han constituido comunidades de éxito.
El mundo macroscópico es todo aquello que está más allá de nuestra piel, y en él entra tanto lo material como lo no material.


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