MINDFULNESS XLVIII. ADICCIONES: UN ENFOQUE CENTRADO EN LA PERSONA

ADICCIONES: UN ENFOQUE CENTRADO EN LA PERSONA

Por Beatriz Santos Dieguez


Las causas de una adicción pueden ser muchas y variadas, pero solo si se trabaja para lograr un estilo de vida sano y equilibrado, se pueden afrontar todas ellas.
En algunas ocasiones, tanto el enfermo como los rehabilitadores culpan a la sustancia o el comportamiento  como el problema. Se consigue que se mantenga abstinente, sin cambiar nada más. Transcurrido un tiempo, la persona pide ayuda por otra sustancia u otro comportamiento distinto al anterior, pero repitiendo el mismo problema.
En LAS ADICCIONES PSICOLÓGICAS se comprueba cómo un comportamiento considerado  normal puede ser adictivo cuando hay un desequilibrio en el estilo de vida.

Es frecuente identificar a la sustancia o comportamiento problemático como la causa del problema. Sin embargo hemos de tener en cuenta que la sustancia o el comportamiento del que se abuse puede no ser más que un síntoma de un problema más profundo.
Una adicción puede ser un intento fallido de resolver problemas, personales o externos, que parecen ajenos a ella.
Por ello, más que hablar de adicciones es recomendable hacerlo de personas con problemas de adicción.

Este enfoque, centrado más en  la persona que en el síntoma o diagnóstico nos va a permitir abordar distintas estrategias terapéuticas, (Psicoanálisis, Psicología humanista, Terapias Sistémicas, etc.) que coinciden en comprender a la persona en su totalidad, dando peso al entorno y a las relaciones para entender lo que ocurre.
Es más útil tratar de entender las conductas para poder cambiarlas: Por qué o Para qué ocurren.
El adicto siempre puede engañarse a sí mismo y a los demás, no controlar los impulsos, etc. Es a  este comportamiento al que debemos atender para profundizar en el cambio.
Confiar en la persona y desconfiar de sus comportamientos es la clave para ayudar al enfermo adicto.
Cualquiera puede recuperarse si se confía en él/ella.
 Hacérselo sentir así, de igual manera que estar al tanto de las características de la persona y su tendencia a engañarse y engañar a los demás es fundamental para una acertada rehabilitación.
Si atribuimos el problema a factores internos e irreversibles se cierra toda posibilidad de cambio, por ello, lo peor que podemos hacer para la recuperación de una persona con problemas de adicción es cuestionar su capacidad de recuperarse.
Una postura crítica y culpabilizadora hacia el adicto que genere un malestar en este, generará nuevas recaídas y terminará formando un bucle adictivo.
Es importante también comenzar a descartar ciertos tópicos como por ejemplo, colocar la salud y la enfermedad  o la adicción-no adicción, como dos polos opuesto y extremos de una misma línea, sin tener en cuenta que entre estos dos polos hay puntos intermedios que pueden hacer que determinadas circunstancias (tanto internas como externas) permitan al sujeto acercarse o ir hacia uno u otro de los extremos.

Normalmente el tratamiento que hacemos de estos tópicos, por comodidad, es el mencionado en el párrafo anterior, pero esto no corresponde a la realidad porque la situación de cada ser humano es única, debido a lo cual, el tratamiento de cada persona ha de estar enfocado tanto a las características generales del comportamiento en sí, como a las características individuales y propias que este sujeto posee.
Es de tremenda importancia el tener en cuenta que cuando hablamos de adicciones sin sustancia o comportamientos adictivos existe un importante vacío en muchas áreas, debido a varias razones, entre las que se encuentran:
-Que los puntos de vista de los agentes implicados difieren en la definición del problema, la explicación de su origen y los intentos de solución.
-Hay una falta de normativas y leyes actualizadas, que hace difícil discernir cuando determinados comportamientos pueden ser un delito, como ocurre con las descargas de internet o cuando se difunde información personal (a pesar de que cada día aparecen leyes más explícitas al respecto, endureciéndose las penas).
-Algunos comportamientos problemáticos pertenecen a la intimidad y raramente se pide ayuda a un profesional, por lo que son menos visibles. Esto ocurre, por ejemplo, con la adicción a internet o a las dependencias afectivas.
-El abuso de fármacos no se percibe tan grave como el consumo de drogas ilegales, tendiéndose a considerar que la drogadicción es la sustancia  que al consumirse es mala por sí misma.
- Cuando se trata de actividades cotidianas aunque su abuso provoque problemas no se genera alarma social. Una persona con vigorexia o adicta al trabajo puede ser una triunfadora a los ojos de los demás.

Este protocolo indeterminado en el que los comportamientos adictivos se encuentran en la actualidad es el que permite, de alguna manera, a los profesionales del campo,  investigar sobre el tema y darnos cuenta de la necesidad de cambiar la idea que tenemos, en general,  de ellos.

A continuación os dejo un video sobre las adicciones comportamentales


POST CRONOLÓGICOS SOBRE LA LÍNEA TEMÁTICA:

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