Mindfulness XIV: Algunas cosas que la investigación dice

Mindfulness XIV

Por Beatriz Santos

ALGUNAS COSAS QUE LA INVESTIGACIÓN DICE

A veces pasamos por la vida tratando de llegar a todo pero sin prestarle atención al viaje (Andy Puddicombe).

Ya, en alguno de nuestros posts anteriores nos hemos referido a las áreas en las cuales podemos aplicar  mindfulness con bastante eficacia en relación a aquello que queremos cambiar. También funciona como técnica profiláctica (preservación de la salud) y ahora estamos paseando por alguno de los problemas ante los que necesitamos una ayuda del exterior, de expertos, para poder poner solución a los mismos.

En estudios preliminares las técnicas de Atención Plena han demostrado ser efectivas en el tratamiento de la adicción en general  (El tabaquismo, el alcoholismo, otras drogas, los desórdenes alimenticios, etc.)

Vamos a mencionar otros campos en los que mindfulness es positivo:
-La atención plena ofrece una mayor calidad de vida: En un estudio de control realizado de forma aleatoria, los investigadores descubrieron que una aproximación basada en la Atención Plena era más efectiva que la medicación a la hora de prevenir las recaídas en la depresión. Además también experimentaban una mejoría en la calidad de vida comparada con la que aportaba la medicación.

-La meditación puede ayudar a mejorar las posibilidades de quedarse embarazada. Un  estudio reciente de la Universidad de Oxford que estudiaba el impacto del estrés en doscientas setenta y cuatro mujeres sanas con edades de entre dieciocho y cuarenta años, encontró que el estrés puede reducir las oportunidades de concebir en la mujer. El director de la investigación sugirió que técnicas como la meditación pueden jugar un papel decisivo a la hora de combatir esta reducción  en la fertilidad.

-Las técnicas de atención plena alivian la ansiedad y la depresión: En un meta-análisis, los investigadores de la Universidad de Boston examinaron el grado de efectividad que las técnicas de atención plena habían tenido en el tratamiento contra la ansiedad y la depresión en pacientes que sufrían de otras dolencias. Encontraron que la meditación tenía un efecto significativo en los síntomas de una gran variedad de problemas de salud. Los investigadores concluyeron que los beneficios fueron de tan largo alcance a causa de que las personas que meditaban aprendían a cómo trabajar mejor en medio de las dificultades en general, y por tanto experimentaban menos estrés en sus vidas.

                       
Os invito a que veáis el video de la doctora Hedy Kober
acerca de lo que podemos lograr con conciencia plena.  
Podemos considerar Mindfulness o Atención Plena en el ámbito de las psicoterapias como un instrumento con potencial para ejercer mejor control sobre aquella conducta problema que queremos manejar.

La meditación cambia la forma de nuestro cerebro: los científicos de la universidad de Montreal descubrieron que las áreas del cerebro que regulan el dolor y la emoción eran significativamente más gruesas en los meditadores que en los no meditadores: cuanto más gruesa es la región menos sensibilidad al dolor.
Esta capacidad del cerebro para cambiar es conocida como neuroplasticidad. Significa que cuando meditamos no solo cambia nuestra perspectiva, sino que podemos estar cambiando también la estructura física del cerebro.


La meditación nos mantiene vivos y alerta.
Usando sofisticadas técnicas de topografía cerebral, los investigadores de la Universidad de Emory, en los Estados Unidos, descubrieron que la reducción de la materia gris que aparece típicamente con el envejecimiento, había sido contrarrestada gracias a la meditación. A estas conclusiones llegaron tras comparar los cerebros y las habilidades cognitivas de unas personas que practicaban la meditación, con las de un grupo similar de personas que no la practicaban.

Una metáfora que se emplea con frecuencia en Mindfulness, que Vicente Simón la describe en su libro Iniciación al Mindfulness y que podemos conectar con la posición de observador que mencionamos en nuestros post XI es la del cinematógrafo:

Cuando practicamos meditación vamos abandonando la identificación tan exclusiva con los objetos percibidos y comenzamos a ser conscientes de todo el proceso de la visión, de que no existe solo lo visto, sino también el que ve el mismo acto de ver.
Para irse liberando de la identificación inicial con los objetos, conviene identificarse de momento con el observador o testigo. El testigo no se identifica con lo visto, ni con los personajes que se proyectan en la pantalla. El testigo contempla cómo se desarrolla todo el proceso y es consciente de cómo la conciencia (la luz proyectada por el proyector) hace posible la aparición de las imágenes. El testigo se fija cada vez más en la naturaleza de esa luz, de esa conciencia. Aumenta, por tanto, la conciencia de la conciencia y es a eso, precisamente, a lo que en muchas tradiciones meditativas se llama presencia.
Tenemos presencia cuando somos conscientes de que las imágenes que aparecen (los sonidos que percibimos, las emociones que experimentamos, o los pensamientos que se nos ocurren) son formas que surgen en el seno de la conciencia.

La presencia no puede separarse de la conciencia porque es ella experimentándose a sí misma.

POST CRONOLÓGICOS SOBRE LA LÍNEA TEMÁTICA:



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