Mindfulness XIII: Alcoholismo I
Mindfulness XIII
Por
Beatriz Santos
ALCOHOLISMO es el término utilizado para hacer referencia a
aquellas personas que son dependientes del alcohol o que tienen graves dificultades y problemas
debido al consumo abusivo del mismo (American Psychiatric Association, 1994).
Junto al tabaco, una de las drogas
legales más importantes en todo el mundo es el alcohol.
El alcohol
que bebemos (alcohol etílico o etanol) pertenece a la familia
farmacológica de depresores del sistema nervioso central, aunque en
concentraciones bajas sus efectos iniciales sobre la conducta son estimulantes,
reducen la tensión y puede ser una herramienta útil para enfrentarse a
situaciones sociales.
En las
bebidas más habituales, la concentración de etanol suele ser la siguiente:
Ø
Cervezas: entre un 2 y un 6%
Ø
Vinos: entre un 10 y un 20%.
Ø
Licores y bebidas destiladas: entre un 30 y un
60%
Ingerido en cualquiera de estas preparaciones, el
alcohol es una sustancia que incide en muchos aspectos de la vida de la
persona. Ello hace que junto con el tabaco sean las drogas que producen más
pérdidas de recursos humanos y económicos
que todas las drogas ilegales juntas.
Para llegar a ser adicto al alcohol se requiere un
patrón de gran bebedor y muy
reiterativo. Esto se desarrolla de un modo característico durante unos años.
No obstante, hoy sabemos (Abrams y Alexopoulos, 1991) que muchos alcohólicos
comienzan a serlo a una edad avanzada, sin haber tenido previamente problemas
de abuso o dependencia del alcohol, dándose más este fenómeno en mujeres que en
varones mayores, cuando en edades tempranas es a la inversa.
El alcoholismo se da más frecuentemente en varones. La mujer con problemas de alcohol comienza a
beber más tardíamente.
Distinguiremos entre:
Ø El
abuso del alcohol que es cuando
la bebida lleva a la persona a tener problemas, pero esta no es físicamente dependiente
del mismo, o no presenta síntomas suficientes para el diagnóstico de
dependencia.
Ø Alcoholismo
propiamente dicho, que es cuando la persona continúa bebiendo a pesar
de saber que beber le causa serios problemas en todas o la mayoría de las
facetas de su vida.
Para considerar a una persona
alcohólica se tiene que dar:
1. Síndrome de abstinencia
(cuando deja de beber de forma repentina) que es uno de los más graves y
peligrosos de todas las drogas.
2. Dependencia física del alcohol:
(necesita más y más alcohol para sentirse borracho) Es producida por la
exposición crónica al alcohol.
Dos de las características más
importantes de las personas con dependencia del alcohol son:
-
La intoxicación por alcohol, que se
caracteriza por una falta de control motor por parte del sujeto,
descoordinación, lenguaje farfullante, olor a alcohol y otras características.
-
Este importante deterioro va a depender de la
dosis, de la tolerancia y de la metabolización.
Uno de los problemas más importantes que se
puede producir por una intoxicación etílica, especialmente en personas
con poca tolerancia es el coma etílico, el cual es una grave
complicación médica de no ser tratada a tiempo.
El síndrome de abstinencia del alcohol
(se produce después de un periodo de 4 a 12 horas sin ingerir alcohol) es uno
de los más importantes con el que nos podemos encontrar en todas las
adicciones.
Éste es el que lleva a la persona con dependencia
del alcohol a la búsqueda del mismo para volver a su estado normal, dada
la necesidad que tiene su cuerpo de tener cierto nivel de alcohol en sangre
para poder funcionar normalmente.
El
síndrome de abstinencia del alcohol produce un malestar clínicamente
significativo, como son los temblores y vómitos al despertarse, temblor de manos,
etc.
Una de las Complicaciones más graves del síndrome de
abstinencia es el delirium, y, dentro de éste el delirium tremens.
El
delirium en estas personas se
caracteriza por alteraciones cognoscitivas y de la conciencia junto a
alucinaciones visuales, táctiles o auditivas.
Cuando aparece el delirium
por abstinencia del alcohol en muchos casos se debe a una enfermedad médica
asociada (por ej. insuficiencia renal, neumonía, hemorragia digestiva,
secuelas de traumatismos craneales, hipoglucemia, alteraciones del equilibrio
electrolítico o estados postoperatorios).
La persona descubre pronto que su alivio es inédito
ingiriendo alcohol. Los trastornos de abstinencia se alivian instantáneamente con
el alcohol, las benzodiacepinas o los barbitúricos. De igual manera, el
síndrome de abstinencia causado por la exposición crónica a las benzodiacepinas
o a los barbitúricos se alivia con el alcohol.
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